Las 8 tendencias educativas de las aulas del futuro, según Google for Education
Se estima una mayor influencia tecnológica en la experiencia educativa, lo que demandará mayor compromiso de los padres de familia.
Una investigación impulsada por
Google explica cómo será la experiencia educativa en los próximos años. Se
estima una mayor influencia tecnológica en las aulas, lo que demandará mayor
apoyo y compromiso por parte de las instituciones educativas, docentes y padres
de familia respecto al uso que dan los estudiantes a las herramientas
tecnológicas.
El reporte Future of the Classroom,
lanzado por Google for Education de la mano de Canvas8, especialista en el
análisis e investigación de percepciones y conductas, realizó durante seis
meses entrevistas a profundidad, revisó publicaciones educativas especializadas
y analizó datos de encuestas e investigaciones de trece países distintos. Los
resultados se resumen en ocho tendencias que impactarán los procesos
de aprendizaje alrededor del mundo.
1. Responsabilidad digital
Existe una preocupación generalizada sobre el uso
que le dan los estudiantes a la tecnología dentro y fuera de los espacios
educativos. Por ejemplo, en las aulas de Francia se prohíben los teléfonos
móviles. Los especialistas resaltan la necesidad de que tanto entidades
educativas como los padres de familia ayuden a los alumnos a desarrollar
comportamientos más sanos y autorregulados respecto al empleo de las distintas
herramientas tecnológicas. El rol de los tutores tendrá que transformarse en el
de un guía que asiste y apoya más que el de una figura que reprime.
2. Pensamiento computacional
Los investigadores manifiestan que será más
pronunciado y necesario el estudio de disciplinas STEM, acrónimo de los
términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics, en
todos los niveles educativos. Se prevé que los trabajos del futuro requieran el
desarrollo de las habilidades de pensamiento sistemático, creatividad y el
pensamiento crítico, por mencionar algunas, que conlleva el estudio de la
Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Como ejemplo, en Suecia desde el
verano de 2008 la programación es una asignatura que se enseña desde la
educación básica.
3. Aulas
colaborativas
Los salones de clase dejarán de ser estáticos y sus
elementos y diseño favorecerán la interacción entre alumnos y profesores. En
relación a lo anterior, el estudio señala que la arquitectura de los espacios
educativos afecta hasta en un 25 % el progreso académico de los alumnos en un
año escolar.
Cabe señalar que no es necesario derribar escuelas
y construir nuevas aulas flexibles y adaptativas. El simple hecho de reacomodar
y experimentar con los elementos y espacios en los salones de clase puede
generar grandes beneficios.
4. Pedagogía innovadora
Los profesores serán los agentes de cambio que
detonarán nuevas formas de instrucción apoyados por distintas herramientas
tecnológicas. El objetivo será lograr que los instructores ahorren tiempo con
la automatización de muchas de sus labores rutinarias y puedan concentrarse en
transformar y pulir sus estrategias de enseñanza.
Dadas las largas jornadas laborales y el exceso de
trabajo de los docentes parecería imposible que, además, generarán nuevas
estrategias educativas. No obstante, el apoyo de sus instituciones en la
liberación de las tareas diarias puede motivar a los educadores a experimentar
con distintas tácticas de aprendizaje. Así como el desarrollo de tecnología que
aminore el tiempo de las labores administrativas de los maestros y facilite la
creación de contenido atractivo.
5. Habilidades para la vida y
preparación laboral
Será necesaria una visión más holística de la
educación para que los alumnos, desde los niveles básicos, adquieran
habilidades, actitudes y formas de pensar que les permitan tener éxito al
momento de integrarse a experiencias profesionales y a la fuerza laboral.
De acuerdo al resultado de las encuestas que indaga
el reporte, será igual de importante el desarrollo de las habilidades
socioemocionales o valores como la empatía, que el impulso de las habilidades
digitales.
6. Aprendizaje dirigido por
estudiantes
Se vislumbra mayor autonomía de parte de los
alumnos en sus procesos de aprendizaje; mayor proactividad y creatividad con la
ayuda de sistemas de educación adaptativos o estrategias pedagógicas que los
empoderen en la toma de decisión de algunos elementos o contenido de los
programas educativos.
7. Conectando tutores y escuelas
Para garantizar el éxito educativo de los alumnos,
los padres de familia necesitaran tener una relación y compromiso más estrechos
con las actividades de sus hijos. Es evidente que el estilo de vida actual de
muchos de los tutores impide destinar tiempo suficiente a las actividades de
los estudiantes, sin embargo, se espera que la tecnología apoye a las familias
en estas tareas.
Asimismo, las instituciones educativas tendrán que
generar caminos más sencillos para que los padres de familia se comprometan de
manera más efectiva con la educación de los alumnos.
8. Tecnologías emergentes
Las experiencias educativas se valdrán en mayor
medida de las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial o la
realidad aumentada, por ejemplo, que potenciarán la efectividad de los
programas educativos.
Los especialistas concluyen que la
educación está evolucionando para que los estudiantes estén más conectados en
sus vidas, colaboren más en clase y estén mejor preparados para su futuro. Para
lograr el éxito educativo, la tecnología y la pedagogía deben trabajar juntas.
Las distintas instituciones educativas deberán empoderar a los docentes, además
de equiparlos con las herramientas necesarias para mejorar sus lecciones, crear
ecosistemas de aprendizaje más fluidos y transformar las aulas en espacios de aprendizaje
innovadores.
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